Actualmente no podemos entender la vida apartada del uso de la nuevas tecnologías de la información y la comunicación - TIC, están presentes en nuestra cotidianidad personal, de ocio y laboral, marcan una nueva forma de hacer las cosas, de relacionarnos y de entender la vida.
La prácticas educativas no pueden estar desligadas de esta realidad, más aún cuando las TIC favorecen la consolidación de nuevas comunidades de aprendizaje en un ámbito global de relaciones, con nuevos paradigmas en la dinámica de participación del estudiante quien es el que busca, selecciona, construye y comunica conocimiento colaborativamente (UNESCO 2013, pág. 33).
En este proceso, el docente juega un rol fundamental en el desarrollo o no de esas competencias digitales por parte de sus estudiantes al proponer o no estrategias participativas de aprendizaje en las que se empleen los recursos que las TIC nos brindan. Con el propósito de dinamizar estas prácticas, es importante que el profesor encuentre también en esos recursos y en la Red, un espacio de crecimiento profesional, que sea un sujeto activo de aprendizaje colaborativo, relacionándose con otros profesionales de la educación, compartiendo reflexión, criterios y recursos.
En esta práctica, el docente irá consolidando una presencia en el ámbito de la Web, con su participación y aporte de textos, imágenes, videos, etc., irá construyendo una identidad digital, será un ciudadano del ciberespacio. Este "yo virtual", como lo denominan Aina Giones y Marta Serrat, le hará visible en la Red, en palabras de las mismas autoras, será una "persona conocida", lo que le permitirá estar incluido ese proceso de perfeccionamiento profesional continuo.
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